jueves, 31 de marzo de 2011

EN TIEMPO DE BRUJAS


     Lo de Nicolas Cage clama al cielo. 

     De todos son conocidos sus problemas de liquidez. Al parecer, su contable de toda la vida lo estafó y huyó con todo su dinero sin que, de momento, haya dado señales de vida.


     Todo esto pertenece a la vida privada del señor Cage y no debería interesarnos demasiado en un blog sobre cine, pero resulta que, a consecuencia de esto, el amigo Nicolas ha decidido que debía recuperar sus finanzas rápidamente y, para ello, está haciendo unas cuatro películas al año sin mirar demasiado la calidad de las mismas ( o, sin mirarla en absoluto ).



     Por ejemplo, uno de sus próximos estrnos, ya rodado, es "El motorista fantasma II" ("Ghost Rider: Spirit of vengeance"). No hago más comentarios.

     La película que nos ocupa aquí, siendo mala, no es de lo peor que he visto últimamente (ver la entrada anterior). De hecho, una vez terminado el prólogo que augura lo peor (unas batallas en las cruzadas que dan un poco de pena), la química entre Cage y el gran Ron Perlman funciona, la historia se torna interesante (unos cruzados deben llevar a una acusada de brujería a una abadía en mitad de la epidemia de peste del siglo XIV) y la ambientación está conseguida con papelito para Christopher Lee incluido y un gran acierto de casting en la elección de la joven bruja (Claire Foy, apunten) que, con gran ambigüedad, a veces parece angelical y otras, aquello de lo que se le acusa.



 

     Hasta aquí lo bueno. El problema es que tras un viaje accidentado llegan a la abadía y en la última media hora la película se transforma con un auténtico festival de demonios y monjes zombies al más puro estilo de serie B (véase Jesús Franco), pero con poca o ninguna gracia, mientras los protagonistas intentan mantener el tipo.

BODRIOS

     No, no es el título de una película, sino la palabra que define lo último que he visto, me explico.


     Soy una persona que va al cine todas las semanas, pero lamentablemente no puedo ir solo, es decir, sí que podría ir solo como cualquier persona, pero no va conmigo. Necesito terminar la película y comentarla con alguien mientras aparecen los títulos de crédito, bajamos las escaleras y salimos hacia la calle. La sola idea de levantarme solo y salir en silencio de la sala me pone los pelos de punta de tal manera, que prefiero no ir.


     A veces lo he hecho, cuando necesitaba ver una película ( sí, el verbo exacto es necesitaba ) y no he encontrado a nadie que me acompañe; pero la experiencia es como comer solo en un restaurante o viajar solo, sin radio, ni música ni nada.

     Es por esto, que, en ocasiones los amigos con los que voy al cine me arrastran a películas que considero, como mínimo, prescindibles.


     Tras la resaca de los Óscars, estas últimas semanas he visto "Saw VII" y "Torrente 4", y de ahí el título de esta entrada. Ni siquiera he podido articular un comentario particular de cada una porque hay muy poco que decir: la primera pertenece a una saga de cine gore que recuerda a la de "Viernes 13" en los ochenta y que llegó hasta la novena parte; y la segunda no es más que una operación comercial descarada a mayor gloria de los bolsillos de Santiago Segura.


     Poco queda ya del primer Torrente, por el que ganó un goya, y que era una película aceptable con no pocos aciertos. Desde entonces la saga ha ido en en franca decadencia, aunque, mantenía intacta parte de su gracia hasta esta cuarta parte, que salvo cinco o seis gags resulta insalvable.

MIS MOMENTOS DE CINE: WOODY ALLEN

     Ya sé que esta sección estaba dedicada a mis peliculas favoritas de todos los tiempos o a secuencias que me habían inspirado de alguna manera; pero desde que comenzó este blog, no daba con una de Woody.


     Al final me he dado cuenta de que no puedo elegir una película de Woody como botón de muestra, porque yo no admiro una o varias de sus películas, sino que lo admiro a él como cineasta, en su conjunto y que, por tanto, admiro toda su obra, desde sus libros y sus obras de teatro a sus guiones y sus películas.


     Así que, permitirme que me salte mis propias reglas y que dedique esta entrada a mi cineasta vivo favorito.


     Woody Allen ha creado un personaje que ya es tan inmortal como "Charlot", de tal manera, que cuando uno dice su nombre, enseguida imagina a esa personilla de gafas, nerviosa, atolondrada, hipocondriaca, con problemas con las mujeres y que todo le preocupa, desde el sexo al universo, del amor a la muerte; pero que se enfrenta a sus problemas con ayuda del humor y de un psicoanalista.


     Puede quien todavía crea que Woody Allen es sólo ese personaje, es decir, que es un director y actor de películas cómicas de más o menos gracia ... no sabe lo equivocado que está.


     Ese personaje apareció con "Annie Hall" (1977) y se ha ido desarrollando con el tiempo hasta conseguir obras maestras como "Hannah y sus hermanas" (1986), "Misterioso asesinato en Manhatan" (1993), "Poderosa Afrodita" (1995) o "Todos dicen I love you" (1996).


     Sin embargo, Woody Allen también ha escrito y dirigido películas maravillosas en las que él no aparece, como "La rosa púrpura de El Cairo" (1985) o "Días de radio" (1987).



     Y, por supuesto, ha dirigido películas que no son comedias y que están entre lo mejor de la historia del cine, como "Otra mujer" (1988), "Delitos y faltas" (1989) o "Match Point" (2005). 


      Ahora sí que podemos ir desgranando estas grandes películas en otra entradas, pero Woody Allen necesitaba, primero, una entrada a modo de introducción de sí mismo, o por lo menos, lo necesitaba yo.

BALADA TRISTE DE TROMPETA

          Decir que la última película de Alex de la Iglesia es excesiva es quedarse corto, muy corto.


     Aunque continúa teniendo mucha de la imaginería visual de su director, ya que estéticamente es muy impactante y contiene escenas realmente espectaculares, la película aporta poco más que eso. Por primera vez en su cine, el guión pasa a ocupar un segundo lugar y la historia además de violenta e histriónica, no tiene ni pies ni cabeza.


     Un esperpento sin ninguna justificaión que resulta difícil de catalogar y de digerir.


     En algunos sitios he leído que es su película más personal y que, por primera vez, ha sacado todo lo que llevaba dentro. Francamente, desde aquí le instamos a que vuelva a su cine "impersonal" anterior y que deje de mirarse para adentro para volverse hacia el público y volver a dirigir una película con algo de sentido.


     Esto lo dice una persona que admiraba a este director y que piensa que "Acción mutante", "El día de la bestia", "La Comunidad", "Crimen ferpecto" y "Los crímenes de Oxford" son buenas películas, que, además, constituían algo distinto en el cine español, tan necesitado de aire fresco en estos últimos años. Esto hacía que otras de sus películas que no me gustaban tanto me parecieran al menos interesantes.


     Un paso atrás de un director que ha perdido el norte.




(Por decir algo bueno, la música de Roque Baños es fantástica y destaca en los mejores títulos de crédito del cine español reciente).

VALOR DE LEY (TRUE GRIT)

     "Valor de ley" es una buena película del oeste, bien rodada y con unos actores excelentes; pero, el problema es que, esta buena película del oeste ya estaba hecha y también bien rodada y con buenos actores.


     La "Valor de ley" actual es un remake de un film de 1.969 dirigido por Henry Hathawqy y protagonizado por John Wayne, en el papel que le dio su único Óscar. Cuando uno va al cine a ver un remake de una película que conoce, siempre espera ver cómo se ha adaptado la película a nuestros tiempos, esperando que esto no le decepcione si le gustaba la película original. Sin embargo, cuando uno va a ver un remake dirigido por los hermanos Coen, espera ver mucho más.



     En este último aspecto la película que nos ocupa es una total decepción. Es más oscura que su predecesora, más realista y menos mítica, con una violencia más explícita y unos personajes, quizás, mejor definidos, pero poco más. Los Coen se limitan a filmar una película del oeste bien hecha, pero no aportan nada de lo que les ha hecho famosos y por lo que se han llevado tantos premios.




     Hasta ahora en sus mejores películas los Coen se ha caracterizado por homenajear una serie de géneros clásicos, a la vez que subvertían sus reglas utilizando un sentido del humor propio, inteligente y que rozaba la parodia. Aquí no aparece nada de esto.



     Y si os preguntáis cuál de las dos versiones es la que yo prefiero, os diré que guardo un recuerdo cariñoso de la anterior y que ésta, seguramente, la olvidaré pronto ( por cierto, si alguien quiere seguir con las aventuras del alguacil Cogburn, la película original tuvo una segunda parte en 1.975 titulada "El rifle y la Biblia" con John Wayne y Katherine Hepburn).

ENREDADOS (TANGLED)

    
     No cabe duda de que nos encontramos en uno de los mejores momentos de Disney de su historia, quizás tanto como en sus mejores momentos en vida de Walt Disney e igualando la otra época dorada de finales de los ochenta y principios de los noventa del pasado siglo.


     Resulta evidente que Disney se hundió a finales de los sesenta y agonizó en los setenta y los ochenta con películas que ya casi nadie recuerda; pero consiguieron reinventarse cuando ya nadie contaba con ellos con nuevos animadores, un dúo musical excepcional (Alan Menken y Howard Ashman) y los mismos argumentos de siempre pero contados bajo otro prisma que se aproximaba más a los tiempos , como cambiar el papel de la mujer y convertirla en protagonista o, al menos, tan protagonista como el hombre.


     Me estoy refiriendo por orden cronológico, a "La Sirenita", "Aladdin" y "La bella y la bestia" (esta última, la mejor película de Disney hasta la fecha).


     Sin embargo, el nuevo milenio no trajo nada bueno para la compañía: el dibujo animado clásico languidecía y, mientras Disney no parecía hacerse con el dibujo por ordenador, aparecía una compañía rival que, bajo la batuta de John Lasseter, iba a revolucionar el género con la productora Pixar.


     La solución apareció hace dos años: si no puedes con tu enemigo, únete a él.

     De esta manera Disney y Pixar son la misma compañía y con la película que nos ocupa hoy, la primera ha conseguido dominar por fin la animación en 3D. En el plano técnico la película es asombrosa, con secuencias realmente logradas como la de los farolillos.



 
     A esto se une una historia romántica de aventuras, con buenos toques de humor y suspense, unos secundarios cómicos muy logrados, momentos musicales brillantes, de nuevo a cargo de Alan Menken; y una mala que es de lo mejor de la casa desde Cruella De Vil (hipócrita, intrigante, perversa).


     Creo que el universo Disney/Pixar tiene mucho que decir en los próximos años y muy pocos competidores, de momento.

EL DISCURSO DEL REY (THE KING SPEECH)

     Queda claro en los comentarios que he realizado para "Cisne Negro" que ésta y "Toy Story 3", serían mis favoritas para los Óscars; aunque aún no he visto "The fighter" ni "127 horas", no creo que ninguna de éstas cuenten para los premios principales.


     Parece claro que los Óscars mayores se los va a llevar "La red social", película que ya comentamos en este blog y que me parece, con diferencia, la peor de las que he visto (exceptuando "Origen" que creo que no merece ni siquiera un comentario).


     Sin embargo, da la sensación, que esta película de la que nos ocupamos hoy tiene muchas papeletas para disputarle el trono a "La red social", no sólo por ser la mas nominada (12), sino también porque en el plano actoral (salvo Natalie Portman) parece que va a barrer a su competidora y, en esto, estoy completamente de acuerdo.



     "El discurso del rey" es una buena película y, por encima de todo, es inglesa de los pies a la cabeza, en la tradición del buen cine inglés de época de toda la vida (véase James Ivory); con todo lo positivo y lo negativo que esto implica.




     Lo positivo es una puesta en escena impecable, con un buen diseño de producción, una gran fotografía y música, y, sobre todo un gran elenco actoral encabezado por Colin Firth y Geoffrey Rush. A esto se une una buena historia de superación personal en un marco familiar y mundial complicado.



     Lo negativo de esta película y de la mayoría del cine inglés de época es su excesivo academicismo, sus escasos riesgos, que terminan en una excesiva frialdad. La película parece fijarse más en las formas que en el fondo y resulta imposible sentir algo por nos personajes a los que siempre se mira desde lejos, sin pasión.



     A destacar la escena en la alameda con la discusión de los dos personajes principales, donde aparece algo de autoría de un director (Tom Hooper) que hasta ahora se había dedicado casi exclusivamente a la televisión ... y se le nota. También es fantástico el clímax final que da título a la película donde por fin los espectadores empatizan con los personajes.



     En definitiva, una buena película histórica de fino e irónico humor y repleta de buenos actores que la sacan adelante.

EL CISNE NEGRO (BLACK SWAN)


     Tremenda, fantástica, de lo mejor que he visto en mucho tiempo.

     Qué maravilla, una película inclasificable de puro cine: un descenso a los infiernos bailando ballet, una pesadilla bellísima y terrorífica a la vez, un viaje a la locura de mano de la poesía.


     Una historia fantástica que aúna la pasión por el baile y el surrealismo de un guionista hasta ahora desconocido (Andrés Heinz), dan lugar a un guión que te atrapa desde el principio y te lleva en brazos hasta su fatídico final sin apenas explicarte nada, sólo dejándote entrever los problemas psicológicos de su protagonista y dándote retazos de su entorno para que intentes comprender de dónde proceden.


     Tampoco eso es lo importante. El director, Darren Aranofsky (cuyas películas son interesantes aún cuando se equivoca y estoy pensando en "La fuente de la vida"), toma la historia y no te deja tomarte un sólo segundo de respiro. Todo va  fluyendo como el ballet, de forma lenta y bella, pero inexorable hasta un final que te mantiene pegado a la pantalla.



     Y luego está Natalie Portman, que hace lo que no podía hacer en "La guerra de las galaxias", esto es: ACTUAR, y de qué manera. La película es ella, está realizada para ella y absorbe las escenas como un torbellino, con una fuerza increíble. Aranofsky utiliza la cámara como una lupa y extrae lo mejor de Portman, la sigue, la agobia, la utiliza, no le deja aire y vemos cómo su personaje cae poco a poco en la locura.



     Recuerda al mejor Polanski de los primeros tiempos y posee una belleza angustiosa, que la convierten para mí en la mejor película de 2.010 tras "Toy Story 3". No dejéis que pase desapercibida, aunque la desprecien en los Óscars, id a verla y no os arrepentiréis.

LOS PRÓXIMOS TRES DÍAS

     Después de muchos meses de sequía, de nuevo un estreno que merece la pena.

     La película parte de una pregunta que no animaba mucho a su visionado: ¿qué serías capaz de hacer por amor?. En principio, parece que esta premisa podía dar lugar a un dramón lacrimógeno del peor estilo Hollywood, sin embargo, salta la sorpresa desde el principio y nos encontramos con una película muy contenida (e incluso sobria) y muy original, que te atrapa desde el principio, va subiendo su interés, debido a la originalidad de su planteamiento que nos vamos a desvelar, y la última media hora es de infarto y absolutamente imprevisible.


     Paul Haggis, coguioniza y dirige la película. Viene de dirigir la estupenda "Crash" y la interesante "En el valle de Elah" y ha escrito guiones magníficos como el del regreso de 007 en "Casino Royale" o los de "Banderas de nuestros padres" y "Cartas desde Iwo Jima"; es decir, nos encontramos ante un guionista y un director experimentado y que demuestra en esta última película que es alguien a tener en cuenta en el futuro.



     La puesta en escena y la dirección son estupendas, con muchísima contención y clasicismo rueda tanto las escenas que pertenecen al drama romántico, como las escenas de acción, a lo que ayuda un excepcional Russell Crowe, al que deberían nominar de nuevo al Óscar, porque este hombre se atreve y puede con todo.




   Lo mejor de la película es que, aunque su historia sea muy original e increíble, todo lo que ocurre es verosímil, nada chirría y da la sensación de que lo que hace el protagonista, lo podría hacer cualquiera. Sólo el final se decanta un poco hacia el "estilo Hollywood", pero a esas alturas la película ya nos tiene subyugados.


     Alguien debería tomar nota en las escuelas de cine y mostrar cómo se escribe un guión modélico (de esos que funcionan como un reloj y en los que todo encaja) y cómo se dirige y se monta una película sin que parezca que tienes parkinson.

MIS MOMENTOS DE CINE: EL SUR (1.983)

   
 Víctor Erice es un director completamente atípico en el cine español, pues con sólo tres largometrajes en 20 años (uno de ellos un documental) se ha ganado el reconocimiento de todos, de tal manera, que una historia del cine español sin él, estaría sensiblemente incompleta. 


     Ésta que nos ocupa hoy es su película central, después de "El espíritu de la colmena" de 1.973 y antes del "El sol del membrillo" de 1.992, y, para mí, es la mejor de las tres.


     Es muy difícil explicar esta película con palabras, porque lo importante de lo que ocurre en ella no es lo que se cuenta, sino lo que se calla, lo que se insinúa, lo que está en el aire, lo que sólo se acierta a adivinar. Es un cine de silencios y de misterios que nunca se explican, de personajes que arrastran el peso del pasado a sus espaldas, de un pasado que sólo intuimos; lo que les lleva a pensar en escapar a esa utopía que aquí se denomina: el sur.



     Lo que ocurre es que ese sur soñado nunca llega, en parte porque es una película incompleta que no pudo terminar de rodarse y nunca sabremos cómo sería la película terminada, pero es imposible que sea mejor que la que ya tenemos: una auténtica obra maestra de puro cine. Un cine que no es narrativo al modo convencional, sino poético y melancólico.


     El mejor papel de Omero Antonutti en toda su carrera, al que acompañan una jovencísima Iciar Bollain y una impagable Rafaela Aparicio en el mejor acierto de cásting de la película.


     Además, una música estupenda y una fotografía prodigiosa terminan de redondear la que, para muchos críticos, es la mejor película del cine español.


     Y lo olvidaba: un pasodoble que pone la piel de gallina en la escena cumbre de la película.

THE TOURIST

     No termina de cuajar esta película y eso que tenía ingredientes suficientes para, al menos, no ser una más.  


   Se trata de un remake de una película francesa titulada "El secreto de Anthony Zimmer", la cual les recomiendo, porque sin ser tampoco una gran película, sí que mantenía el tipo, los protagonistas lo hacían bastante bien (Sophie Marceau e Yvan Attal) y tenía algunos toques que recordaban al maestro (Hitch) con una trama de comedia sofisticada con suspense  y misterio.



     Para hacer la versión americana contrataron al director alemán de "La vida de los otros" (Florian Henckel von Donnersmarck) y, una vez más, se demuestra que el paso de cineastas europeos de prestigio al Hollywood actual no tiene porqué terminar bien.


     Von Donnersmarck rueda con oficio y pocas ganas y la química entre Angelina y Depp llama la atención por su inexistencia.



     La trama, que empieza con algo de fuerza e interés, se va diluyendo poco a poco entre persecuciones anodinas y postales de Venecia a través de vistas aéreas que se repiten una y otra vez.



     Se deja ver si uno no espera mucho.

TRON: LEGACY

    
     Hoy se dice que la película "Tron", la original, la de 1982, es una película mítica, que ha quedado como un clásico. Si es de los que piensan esto basándose únicamente en sus recuerdos,  le reto a que revise la película y compruebe cómo no pasaba de ser una peliculita simpática por su vestuario y efectos sonoros y por ser de las primeras en introducir la infografía en el celuloide; y poco más.


     Lo cierto es que tenía un guión más bien rudimentario, unos diálogos de vergüenza ajena y una torpe puesta en escena de un director (Steven Lisberger del que ya poco más se supo, con sólo dos malas películas más en su currículum.



     La película original contaba, eso sí, con Jeff Bridges como actor principal; un actor errático e irregular que ha realizado grandes papeles para recordar como "La última película", "Starman", "Los fabulosos Baker Boys", "El rey pescador", "El gran Lebowski" o "Corazón  rebelde"; y títulos (muchos) totalmente olvidables.




     No había, por tanto, ninguna razón para recuperar "Tron" del baúl de los recuerdos y, menos aún, de hacerle una segunda parte; pero en el Hollywood actual donde las ideas y la originalidad brillan por su ausencia, alguien decidió que era el momento perfecto de plantear una secuela, sin pensar que no es lógico hacer una segunda parte de una película que no fue un éxito y, menos todavía, hacerlo 28 años después. 



     El resultado es un completo desastre del que poco bueno se puede decir y del que uno sale preguntándose cómo se le ha ocurrido entrar a ver esta película.


     En mi caso, aunque no sirva de excusa, fue por nostalgia.

MIS MOMENTOS DE CINE: HIJOS DE LOS HOMBRES (CHILDREN OF MEN, 2.006)

     Ésta es una película donde una gran combinación de elementos dan lugar a una obra maestra insólita y medio desconocida por el gran público.



     Una historia, basada en un libro de P.D. James, que nos habla de un futuro distópico en el que la humanidad está condenada a su desaparición porque los seres humanos ya no pueden tener hijos debido al deterioro del planeta.


     Un director, Alfonso Cuaron, que venía de dirigir "Y tu mamá también" y "Harry Potter y el prisionero de Azkaban", que decidió rodar cámara en mano y las escenas de acción en larguísimos planos secuencia; para lo que contó con un director de fotografía en estado de gracia (Emmanuel Lubezki, nominado al Óscar por cuarta vez) y un magnífico diseño de producción, que crean un futuro lóbrego y triste, lleno de ruinas y surgido de nuestras peores pesadillas con una luz sucia y apagada.



     A todo esto se une el actor Clive Owen, en su mejor papel hasta la fecha, creando un héroe oscuro que debe salvar a la única mujer embarazada de todo el planeta de todo cuanto la rodea; y unos secundarios de lujo como Julianne Moore y Michael Caine.




     Una película dura y desagradable que invita a reflexionar sobre muchas cosas, a la vez que está rodada de una manera prodigiosa. He visto planos secuencia muy complicados en la historia del cine como el que da comienzo a "Sed de mal" de Orson Wells, o el larguísimo de "Ojos de serpiente" de Brian de Palma; pero reconozco que en esta película me dejan con la boca abierta, como ocurre con la persecución del coche o con la batalla final, y todo para dar mayor realismo a la película y meternos dentro de ella.



     No es una película fácil, pero sí con momentos muy esperanzadores como cuando el llanto del bebé consigue detener a un ejército. A mí me pone los pelos de punta y me emociona.

THE WALKING DEAD

   
      Sin que sirva de precedente, voy a recomendar una serie  de televisión.


     Y de paso abro aquí el debate sobre el nivel actual de las series de televisión norteamericanas. ¿No os parece que, desde hace unos añitos, el nivel de las series en EE.UU., por lo menos en lo que a guión se refiere, es bastante superior, en general, al del cine del mismo país?.   


     Quiero decir que da la sensación de que tienen las ideas bastante agotadas en cuanto a los guiones cinematográficos y por eso recurren constantemente a segundas partes (o terceras o cuartas), a filmar otra vez antiguas películas, etc.



     Y, sin embargo, las series parecen haber dado un paso de gigante tanto en inventiva como en calidad: Perdidos, Los Soprano, The Wire, Hermanos de sangre, The Pacific, ... ,además de abordar temas que hasta hace poco eran impensables hasta en el cine estadounidense: reírse de las drogas (The Weeds), vocabulario y temática sexual (Californication o Sexo en Nueva York) y hasta desnudos integrales (Espartaco).


     Lo último que he visto es esta miniserie de 6 capítulos basada en un cómic y con guión (y dirección del episodio piloto) de Frank Darabont (ya sabéis, el de Cadena Perpetua, La milla Verde o La niebla).



     Os la recomiendo fervientemente, una serie de televisión sobre zombies, que es original en su planteamiento y que homenajea todas las grandes películas del género. Si reuniéramos los 6 capítulos, pasaría por una estupenda película de 4 horas y 20 minutos, espectacularmente rodada y muy superior a la mayoría de las películas que hay actualmente en la cartelera.



     No os la perdáis.




P.D.:  ¿Por qué vuelven a estar de moda los zombies?

BURIED (ENTERRADO)

     Esta película saltó a la palestra tras su gran éxito de crítica y público en el festival de Sundance y al describirse su insólito argumento y rodaje. 


     Aparece como una coproducción francesa, española y estadounidense; y resulta difícil delimitar su cinematografía: rodaje en España (Barcelona), pero en inglés y con actor canadiense (Ryan Reynolds); y equipo de rodaje español, incluyendo al director (Rodrigo Cortes), pero no al guionista (Chris Sparling).




     La película, al final, no deja de ser un experimento curioso que se resume en cómo rodar 95 minutos dentro de un ataúd con un sólo actor; que resulta airoso gracias al buen hacer de Reynolds, que se deja la piel literalmente; a una dirección sorprendente que busca mil lugares para plantar la cámara en tan diminuto espacio; y un guión atractivo que consigue abrir la película al exterior sin salir del ataúd y que te mantiene en permanente tensión gracias a otros 14 actores que nunca aparecen en pantalla y algún animalito (no quiero contar más, porque esta película tan insólita depende mucho de la sorpresa).


     En definitiva, un experimento atractivo, que se deja ver pese a sus limitaciones, aunque antes haya que decidir si se quiere pagar una entrada para ver los agobios de un tipo dentro de un ataúd durante hora y media.



     Lo que más me gustó, los dos primeros minutos tras los títulos de crédito, en negro y en silencio, que consiguen meterte en la situación y agobiarte bastante. Habrá que seguir los pasos de este director, que, de momento, no pasa de prometer para el futuro.

MIS MOMENTOS DE CINE: BLADE RUNNER, 1982

     Me gusta mucho la literatura de ciencia ficción, sobre todo la que se escuda en el futuro para hablar y reflexionar sobre temas de nuestro tiempo, por eso, supongo que me gusta tanto "Blade Runner".

     Esta película no alardea de efectos especiales ni de grandes escenas de acción, intenta entretener con una historia de intriga y suspense deudora del cine negro y, a la vez, consigue grandes reflexiones sobre quiénes somos y qué hacemos aquí, sobre la vida y sobre la muerte y la huella que dejamos en este mundo.


     Es una película que, ya en su momento, fue una apuesta difícil y arriesgada y, como se conserva perfectamente, sigue siéndolo en la actualidd. Su complejidad reside en que uno piensa en una película futurista con Harrison Ford haciendo de detective buscando y eliminando a unos robots rebeldes y se le ocurren muchas películas, pero no ésta.


     No, la película tiene ese argumento, pero no trata de eso, sino que reflexiona sobre eso.



     Y, mientras lo hace, todo transcurre en un futuro ambientado en las películas de cine negro de los años cuarenta, contado en primera persona (por lo menos en la primera versión, ya que luego existen otras tres más), con una fotografía expresionista y una ambientación prodigiosa de un futuro lúgubre y triste como pocos.       


     Todo esto termina de aliñarse con una maravillosa música de Vangelis que lo llena todo casi sin darte cuenta y unas actuaciones prodigiosas, tanto de Ford como de Rutger Hauer, Sean Young y Edward James Olmos.



     Decidan si Rick Deckard es o no un replicante y déjense embriagar por las últimas palabras de Roy Batty (Hauer) antes de morir en la azotea.


IMPARABLE


     ¡Vaya!. Por fin una sorpresa agradable en la cartelera.

     Sabía muy poco de esta película antes de ir a verla y pensaba que trataba de un robo de un tren o de terroristas que utilizaban el tren para hacer un atentado y que la película contaría cómo la policía o el F.B.I.  intentaba evitarlo; en plan película de acción de montaje rápido y poca historia en su interior.

     Me equivocaba. Sólo acerté en que había un tren.

     La película cuenta una historia real ocurrida en Boston hace años cuando se les escapó un tren con productos tóxicos, a toda velocidad y sin conductor; cómo intentaron pararlo y cómo lo consiguieron finalmente dos conductores con su locomotora. Es decir, una historia de personajes reales, con poca acción y menos efectos especiales.


     Al final, resulta un producto muy entretenido, que recuerda a muchas películas clásicas en su desarrollo y que no deja un minuto de respiro en su hora y media, con lo que cumple sobradamente su pretensión de película de pasar el rato.




     No es Tony Scott (el hermanísimo) uno de mis directores favoritos, al ser de esos que aplican el estilo de la publicidad al cine sin importarle mucho que sean lenguajes distintos y, sobre todo, con fines distintos. Aún así, tolero algunas de sus películas como "El ansia" (una visión distinta sobre el tema de los vampiros, ahora tan de moda), "El último boy scout" (con un grandísimo Bruce Willis haciendo su papel favorito) y "Amor a quemarropa" (con guión de Tarantino).

miércoles, 30 de marzo de 2011

THE TOWN

  
      Es una lástima "The town" que no pasa de ser un película fácilmente olvidable.

      Lo de lástima lo digo porque la película prometía algo más a priori.  

      Ben Affleck está más contenido y sobrio que nunca, lo que quiere decir que le sienta muy bien dirigirse a sí mismo, algo siempre complicado. Por otro lado, había demostrado su buen hacer como guionista en "El indomable Will Hunting".

     Al final no es suficiente.
   
     La película está bien hecha, con buen oficio y buenos actores y la historia mezcla de forma convincente las historias personales de los protagonistas con los atracos que llevan a cabo; y, sin embargo, todo suena como ya visto. Hay ya un gran bagaje de historias de atracadors y policías en la historia del cine y poco tiene Affleck que aportar a todo ese mundo fílmico anterior, que ya es casi un género en sí mismo.



     Ben Affleck se descubre como un director interesante tras "Adiós pequeña, adiós" y aquí demuestra que es buen artesano dirigiendo a los actores y rodando de forma muy clásica las escenas de acción (con una persecución de coches muy bien llevaba, al margen del ritmo y la planificación del cine de acción actual); pero habrá que esperar tiempos mejores para ver si, de verdad, tiene algo que decir.

    Vista y olvidada. 

    

MIS MOMENTOS DE CINE: LA PALABRA (ORDET, 1955)

    
      La   obra  de  Carl  Dreyer es  inclasificable y, más aún, "Ordet".

     Drever se forma en el cine mudo, recogiendo las enseñanzas de Griffith y de cineastas del norte de Europa como Sjöstrom, pero desde su Dinamarca natal conseguirá realizar un cine único, en el que merece la pena detenerse.

      Sus grandes obras comienzan con "La pasión de Juana de Arco" y continúan con "Dies Irae", pero, para mí, su mejor película es ésta que nos ocupa y no es extraño que aparezca siempre entre las listas de las mejores películas de la historia del cine. 

     Es difícil definir una película como "Ordet", no existe nada parecido antes y Dreyer no tendrá seguidores. Sin embargo, su puesta en escena es muy sencilla, con largos planos secuencia a través de decorados austeros, poco diálogos y unos actores a los que, deliberadamente, se les pide que sean antinaturales a la hora de mostrar emociones. Dicho de esta forma (ya he dicho que es una película difícil de definir y clasificar) podría parecer que se trata de una película difícil para el público o incluso aburrida; pero resulta todo lo contrario, la película es fluida y te va llevando a su sorpresivo final (riéte de "El sexto sentido") de manera tranquila y contemplativa, reflexionando mientras tanto, sobre filosofía, religión, fé, etc; pero sin adoctrinar, ni realizar ningún panfleto.

     Es una película que transmite una tranquilidad extrema y, al final, uno queda maravillado de lo que le acaban de contar.

     Es, sin duda, una de mis películas favoritas y envidio a quien de vosotros que no lo haya visto: hay un antes y un después de ver "Ordet".


LA RED SOCIAL

     
      Pocas veces  una película me ha dejado tan confundido como ésta, después de una semana de verla y de darle muchas vueltas, aún no sé si es una gran película o sólo mediocre.

     También me sentía partido en dos antes de verla. Me explico.

     A mí me gusta mucho su director David Fincher. Tanto, que lo considero un director al que hay que seguir la pista. Me parece interesante hay que seguir la pista. Me parece interesante "Alien 3" (lo tenía muy difícil después de dos grandes aliens anteriores, pero salió del paso), me gustó mucho "Seven" y algo "The game", me parece que "El club de la lucha" es una gran película, no tanto "La habitación del pánico", pero sí que vuelve a brillar en "Zodiac" y, a ratos, en "El curioso caso de Benjamin Button".

     Dicho esto, parecía evidente que había que ver "La red social".

    
          Pero vi el trailer y, la verdad, es que no me atrajo nada la historia de quien inventó el facebook, simplemente porque no me interesa mucho ni quién lo hizo ni cómo lo hizo.

     Es posible que esta película huela a óscars, pero no sé si ha quedado claro si a mí me gusta o no.

     Decidid vosotros.

MIS MOMENTOS DE CINE: UNO, DOS, TRES (ONE, TWO, THREE -1961)

     Si alguien me preguntara cúal es la mejor comedia de la historia del cine, tendría que elegir ésta. Y lo curioso es que es una película bastante desconocida.

     Cuando uno piensa en su director (Billy Wilder), lo primero que le vienen a la cabeza son sus películas con Jack Lemmon y Walter Mathau, o "El apartamento" o "Con faldas y a lo loco"; pero poca gente ha visto o conoce "Uno, dos, tres"; sin embargo, el que la ha visto es incapaz de olvidarla.

     Para mí, el máximo de un director de comedias es conseguir una película en la que se hable de temas serios, pero haciendo reír. Chaplin lo consiguió en ocasiones como en "La quimera del oro" o en "Tiempos modernos" y Wilder lo consiguió casi siempre, aunque fuera a costa de que a algunas de sus mejores comedias, no fueran comedias, porque su cinismo va demasiado lejos. Algo así ocurre en "El apartamento" o en "Bandeja de plata". 

     Eso es lo que ocurre con la película que nos ocupa.    



     Wilder realiza una mordaz crítica del sistema capitalista y el comunista y, a la vez, consigue la comedia más rápida de la historia del cine. El ritmo es frenético, los gags y los diálogos cínicos e ingeniosos se reparten con tal rapidez que hay que parar de reír para no perderte el siguiente. A eso contribuyó un guión extraordinario escrito mano a mano con su habitual colaborador I. A. L. Diamond y un James Cagney magnífico en uno de sus mejores papeles, en el que dispara diálogos chispeantes a un ritmo de ametralladora. Es imposible olvidar además la adaptación de la famosa música de Kanchaturian.

     Una película que demuestra que se puede hacer crítica política, social y económica de forma inteligente, y, a la vez, hacer reír a un ritmo endemoniado.


MIS MOMENTOS DE CINE: CAPITANES INTRÉPIDOS (CAPTAINS COURAGEOUS, 1937)


     He pensado que el blog debería tener dos tipos de secciones como mínimo: una dedicada a las críticas de los estrenos y ésta, que he denominado "mis momentos de cine", dedicada a esas películas o secuencias que, por lo que sea, han contribuido ha aumentar mi amor por el séptimo arte; ya sea por motivos puramente estéticos o emotivos.

     La película que nos ocupa hoy pertenece al segundo tipo.

     "Capitanes intrépidos" es un film tremendamente humanista, de esos que sacan lo mejor de nosotros mismos y que nos obligan a ser mejores personas o, por lo menos, a intentarlo. Basada libremente en una novela de Rudyard Kipling y dirigida vigorosamente por Víctor Fleming con una estupenda banda sonora y fotografía, la película cuenta la historia de cómo un niño encuentra su destino a través de un viejo pescador (Miguel, una de las mejores interpretaciones de Spencer Tracy).



     La vida cotidiana de los pescadores en alta mar queda claramente reflejada; pero lo que realmente importa es la relación entre ese niño rico que, por circunstancias, debe permanecer en el barco de Miguel. El niño aprende las rutinas y los peligros de un barco pesquero, pero, por encima de todo aprende valores, ideales y, en definitiva, pone los cimientos para ser mejor persona en la edad adulta.   

     No te preocupes si viendo la película se te hace un nudo en la garganta y te brotan las lágrimas, a mí me pasa cada vez que la veo.

     Una película magistral, brillante y, por encima de todo, inolvidable.

MACHETE

     Me gusta Rober Rodriguez, pero nunca ha sido ni será su amigo Tarantino.

    Rodriguez nunca ha tenido el don para la planificación de secuencias ni el sentido del montaje que demuestra Tarantino aún en sus peores películas. O dicho de otra forma, las peores películas de Tarantino son pocas y, aún así, interesantes; mientras que la mayoría de las películas de Rodríguez no son buenas ni interesantes.

     Robert Rodríguez se ha convertido en una especie de joven John Carpenter que reivindica la serie B (en algunos casos, como el que nos ocupa, la serie Z) y que realiza películas distintas y divertidas, que, en ocasiones, como "Sin City" rondan la obra maestra.

     Hasta ahora su filmografía se atenía a estas reglas de "conozco todo el cine de terror y ciencia ficción que se ha realizado y yo voy a ir un poquito más allá para que nos divirtamos juntos". Y hasta ahora la cosa ha funcionado, desde sus "Spy Kids" a "The Faculty" o de "Abierto hasta el amanecer" a "Planet Terror".

     Hasta ahora.

     "Machete" es una mala película y poco bueno se puede decir de ella. Salvemos los primeros veinte minutos en los que se presenta a los personajes y se nos prepara para una comedia de acción (tal y como preveía el trailer falso de "Grindhouse" que no se pudo ver en España, pero para eso está youtube), que nunca va a aparecer en pantalla. De hecho, el climax de la película (la gran batalla final) se demora demasiado y cuando llega da la sensación de que su director esté ya pensando en "Spy Kids 4" y en "Sin City 2". El enfrentamiento final resume toda su película: termina siendo aburrido pese a su ultraviolencia , maraca de la casa, y está rodado y, sobre todo, montado con prisas y desgana.


     No es lo mismo hacer un trailer fabuloso de dos minutos, que una película coherente y divertida de 105.





EL AMERICANO

     ¡Vaya sorpresa!.

     Ésta es una de las películas que uno va a ver con poca convicción porque la cartelera está un poco floja y, de pronto, se encuentra con una película bastante buena que, además, es una verdadera rareza en el cine actual.  

     Si uno mira la ficha técnica de esta película, podrá ver que la nacionalidad de la misma es estadounidense, pero todo lo americano de la cinta se acaba aquí y con un George Clooney que veo como candidato al Óscar.         

     La película respira a Europa por todos sus poros, a cine francés y a fotografía alemana. La historia de este asesino a sueldo, que comienza en Suecia de forma seca y contundente y luego se traslada por completo a Italia, parece rodada por un Garci en estado de gracia o por el mismísimo Robert Bresson en algunos momentos.

     Algunos descerebrados que sólo conocen el peor cine actual donde cada plano dura un cuarto de segundo y todo es gratuito, califican esta película de lenta, de contemplativa. Nada más lejos. La película tiene el ritmo adecuado para que conozcamos a los personajes y comprendamos sus motivaciones y sus decisiones, con momentos de gran tensión.

     Todo ello contando con pocos movimientos de cámara (un travelling es una cuestión de moral que diría Godard) y una fotografía maravillosa que hace cambiar un pueblecito italiano del día a la noche, de la luz al tenebrismo.


     Apunten a este director (Anton Corbinjn), que hasta ahora sólo había realizado otro largometraje que pocos han visto, y muchos vídeos musicales de U2 y Depeche Mode; cualquiera lo diría viendo su medida puesta en escena y su montaje.

     Una rareza en el cine norteamericano actual que se convierte en todo un placer.

EL TRAGALUZ DEL INFINITO

     Es hora de explicar por qué este blog sobre cine lleva este título. Pertenece al libro de cine que más me ha gustado leer y con el que más he disfrutado.

    
     Fue escrito por Noel Burch en 1981 y yo recuerdo que lo leí por primera vez en el invierno de 1991 y digo por primera vez, porque desde entonces han seguido muchas relecturas.

    Según explica el autor, el título hace referencia al pequeño rectángulo por el que sale la luz del proyector en una sala cinematográfica. Ése es el tragaluz del infinito, un lugar destinado a que salga una luz, pero que, a la vez, es capaz de transportarnos a otros mundos. No se podía expresar de forma más poética para los que amamos el cine, ese pequeño rectángulo es nuestro agujero en el árbol hacia el país de las maravillas. Y ya sabes lo que opinaba Truffaut: "el que ama el cine, ama la vida" (otro día hablaremos de otro gran libro de cine, aquel que transcribe la entrevista de Truffaut a Hitchcock).

     Después de ese gran título, el libro de Burch no decepciona, trata de por qué el lenguaje cinematográfico, tal y como lo conocemos hoy, evolucionó desde el cine mudo primitivo primero en EE.UU y no lo hizo ni en Francia ni en Gran Bretaña, donde la industria cinematográfica estaba a la par en aquella época.

     La mirada del autor se fija en los orígenes del cine, en el momento en que se fija su lenguaje al que hoy estamos acostumbrados: planos, secuencias, fundidos, montaje paralelo, etc. Y es capaz de explicar por qué todo esto surge en EE.UU de la mano de Porter y de Griffith y no en otro lugar del mundo ni de otra forma. Él no hablaba de lenguaje cinematográfico, sino de modo de representación y diferenciaba entre el modo de representación primitivo (M.R.P.) y modo de representación institucional (M.R.I.), que es el que termina por imponerse hacia 1915 hasta nuestros días.

     En definitiva, tenían que inventar las formas para contar una historia mediante imágenes en movimento y todo esto era tan novedoso que hay quien asegura que una persona del año 1900 sería incapaz de entender una película cualquiera de la actualidad, porque no tendría los códigos para descodificar ese lenguaje. Sería incapaz, por ejemplo de entender el raccord o los cambios entre secuencias, es decir, la elipsis cinematográfica.

     Otro día, otro libro y el próximo comentario algo más ligero: "Resident evil 4".

LOPE

    
     Por fin una película histórica digna en el cine español, anterior al siglo XIX.

     Salvo contadas excepciones, el cine español de contenido histórico, se ha decantado siempre por la guerra civil y el franquismo, algo lógico si se entiende que a nivel vital seguimos estancados en esas épocas de muchas maneras (véase la ley de memoria histórica) y que es mucho más costoso a todos los niveles recrear cinematográficamente épocas anteriores; pero, aún así, es penoso comprobar las pocas ocasiones en las que nuestro cine se ha interesado por otras épocas en los últimos treinta años.

     Se ha hecho poco y mal. Algunas han tenido algún interés cinematográfico, como "El perro del hortelano" o "Juana la loca", otras han resultado demasiado encorsetadas en la puesta en escena, como "El perro del hortelano" o "El motín de Esquilache", y otras fracasaban en el guión como "Alatriste" o en todo como "Tirant lo Blanc".

  
      Por eso, "Lope" sin ser una gran película, sí que se convierte en una buena película de época, que se ve con agrado gracias a un gran gran trabajo de dirección artística, una buena música y fotografía, un gran actor principal (Ammann) muy bien secundado y, algo difícil de ver en el cine español: un buen guión, trabajado desde el principio y que va creciendo durante la película hasta el clímax romántico final.

     El cine español ha conseguido técnicos que trabajan por todo el mundo, sobre todo, directores de fotografía y músicos, tiene actores internacionales y grandes directores; y, sin embargo, carecemos de buenos guionistas. Esto es algo endémico en el cine español desde siempre, pero más preocupante en los últimos años, en los que nos sobran "autores" y nos faltan buenos artesanos del guión.